dissabte, 6 de febrer del 2016

Las razones del saber religioso en la esfera escolar

Francesc Torralba, La clase de religión. Una propuesta humanizadora, PPC, Madrid, 1999

En el plano de la opinión pública, la cuestión de la enseñanza religiosa ha adquirido proporciones de debate nacional, y ello se debe, fundamentalmente, a unainadecuada delimitación de la disciplina y a la presencia de determinados prejuicios que obstaculizan un análisis hondo de la cuestión. Más allá de las posturas apologéticas y antiapologéticas, que son remilgos de otra época, de lo que se trata aquí es de pensar la razón de ser del saber religioso en la esfera de la educación pública, y no sólo privada, y de pensarlo desde argumentos racionales y no desde estrategias políticas o intereses religiosos.

Desde nuestro punto de vista, el saber religioso, tal y como aquí se ha definido, debe estar presente en la esfera de la educación pública por distintas razones que, a continuación, vamos a tratar de sintetizar en los siguientes itinerarios argumentativos:

El argumento antropológico

Hay distintas formas de caracterizar al ser humano. A lo largo de la historia de la antropología filosófica occidental, se han acuñado distintas definiciones de lo que es el ser humano, y ninguna de ellas agota su riqueza. Es el animal que piensa, el animal que trabaja, el animal que ríe, el animal simbólico; es, en definitiva, una realidad que no se puede contener en el seno de una definición conceptual.

El ser humano es capaz de múltiples experiencias: la experiencia no ética, la experiencia ética, la experiencia histórica, la experiencia estética. En contra de las previsiones de la crítica clásica de la religión, jamás podrá dejar de ser un homo religiosus. «Toda realidad humana -dice V.Frankl- se caracteriza, en efecto, por su autotrascendencia, esto es por la orientación hacia algo que no es el hombre mismo, hacia algo o hacia alguien, más no hacia sí mismo, al menos, no primariamente hacia sí mismo. Cuando yo me pongo al servicio de algo, tengo presente ese algo y no a mí mismo, y, en el amor a un semejante, me pierdo de vista a mí mismo. Yo sólo puedo ser plenamente hombre y realizar mi individualidad en la medida en que me trasciendo a mí mismo de cara a algo o alguien que está en el mundo.

La supresión de la pregunta religiosa resulta antropológicamente imposible, porque entonces, la contingencia como estado natural del hombre habría desaparecido de su horizonte, y se habría convertido en un ser completamente diferente de lo que es ahora y bajo las condiciones inmanentes. «El ser humano -dice M. Eliade- nunca se halla completamente desacralizado, e incluso es dudoso que esto sea posible alguna vez. La secularización ha sido llevada a cabo con éxito en el nivel de la vida consciente: las viejas ideas teológicas, los antiguos dogmas, creencias, rituales e instituciones han sido progresivamente vaciados de sentido. Pero ningún ser humano normal que esté vivo puede ser reducido exclusivamente a su actividad consciente y racional, ya que el hombre moderno todavía sueña, se enamora, escucha música, va al teatro, ve películas, lee libros; en resumen, vive no sólo en
un mundo histórico y natural sino también en un mundo existencial y privado y, al mismo tiempo, en un Universo imaginario»

El saber religioso no debe reducirse a ética o a estética. Lo religioso contiene una dimensión estética y ética, pero la ética y la estética no deben explicarse necesariamente por el saber religioso. El saber religioso permite ahondar en la complejidad de lo humano, permite aclarar el sentido y la razón de ser de determinadas actividades que constituyen formas de lo humano: el rito, la oración, el sacrificio, el silencio, la acción.

El argumento histórico


La historia no es una pura sucesión arbitraria de hechos que ocurren sin motivo ni razón alguna. Existe una lógica de los acontecimientos, un conjunto de factores que determinan el curso de los eventos y la cadena de los sucesos históricos. Entre estos factores que condicionan el curso de la historia de los hombres, la religión, como la economía la geografía -o el clima, tiene un peso determinante. Resulta imposible comprender la historia moderna de Europa sin considerar seriamente las luchas de religiones durante los siglos XV y XVII. Resulta incomprensible la historia de África o de Asia sin considerar el peso de las religiones indígenas en la configuración de los hechos pol1ticos, sociales y económicos.

La religión; pues tiene un interés histórico y su conocimiento es fundamental desde una perspectiva meramente inmanente. Este influjo de la religión en la historia de las civilizaciones (Egipto, Grecia, Roma,Medioevo... ) se detecta, de un modo evidente, en las instituciones que el género humano ha forjado a lo largo de su itinerario. Además, las religiones subsisten en ya través de instituciones que, desde su precariedad histórica, tras tan de articular ( deencarnar) el mensaje salvífico en cada contexto y en cada tiempo.

Dice P. Berger: «La institución simboliza la experiencia, y también la representa, en el sentido de que pone a nuestra disposición, en el presente, un acontecimiento que ocurrió hace mucho tiempo. Sin las instituciones religiosas, incluso las experiencias de los más grandes profetas o místicos se habrían perdido cuando éstos dejaron esta tierra. En realidad, sin instituciones religiosas, no existiría la historia de la religión.

El conocimiento del saber religioso es fundamental para ahondar en el seno de la propia tradición. Sin educación, no puede sobrevivir la tradición, porque no se podría transmitir; Pero, sin tradición, la educación está vacía, se queda sin contenido. La tradición hace posible el sentido social. La tradición es el vínculo del pasado con el presente, es el acervo, el sedimento, la biografía común de los actores sociales. El símbolo y sus expresiones, el mito y el rito, nos conectan con el pasado y nos abren al futuro. Tradición, simbolismo y educación forman un círculo interpretativo fundamental que la antropología no puede dejar de tener en cuenta. Pero la tradición no debe identificarse con inmovilismo. La tradición puede y debe desempeñar hoy un papel importante si se concibe como creación-desde, como movimiento -a-partir-de.

La educación, en las sociedades complejas, no puede dejar de asumir la tradición, una tradición que tiene como objeto que, en sus dimensiones semántica, espacial y temporal, las nuevas situaciones, acciones, decisiones, experiencias queden puestas en relación con estados del mundo ya existentes. La tradición hará posible la recuperación del sentido.

El argumento cultural

Existe una gama polifónica de definiciones de cultura y también distintas formas de comprenderla y de interpretarla, pero lo que resulta evidente es que sólo es posible ahondar en el concepto de cultura a partir de su universo simbólico; y el universo simbólico de toda cultura, en un grado u otro, tiene referentes religiosos. El substrato de las culturas tradiciones es religioso, pero también, el fondo de las culturas modernas y secularizadas, se relaciona directamente con arquetipos y modelos de índole sacro. Las raíces de la cultura secularizada son de carácter religioso.

Más que ningún otro saber, el saber religioso puede abrir camino a la antropología filosófica, ya que lo sagrado constituye una dimensión universal y los comienzos de la cultura están enraizados en experiencias y creencias religiosas. «Incluso después de ser radicalmente secularizadas -dice M. Eliade-, esas creaciones culturales, como las instituciones sociales, la tecnología, las ideas morales, las artes, etc, no pueden ser correctamente entendidas si no se conoce su matriz religiosa original que tácitamente criticaron, modificaron o rechazaron al convertirse en lo que son actualmente: Valores culturales seculares».

El argumento intercultural


Mirar, conocer y aprender a nombrar la diferencia es un reto del hombre moderno y una exigencia de las minorías acalladas a lo largo de la historia. Para aprender a vivir en la diversidad, no basta con educar en la tolerancia. Educar en la pluralidad significa algo más que una simple concesión paternalista, implica algo más que ceder entre iguales un pequeño espacio a la diferencia. Se trata de cambiar nuestra relación con el mundo, con la historia, con el discurso científico. Uno de los grandes retos de futuro de las sociedades contemporáneas es la articulación pacífica de las distintas identidades. Sólo es posible la convivencia desde el conocimiento y el reconocimiento de lo ajeno, pero sólo es posible comprender lo ajeno desde su fondo simbólico. 

En este marco,el diálogo interreligioso es clave para el diálogo intercultural, pues, como se ha dicho, en el substrato de toda cultura, moderna o arcaica, subsiste un conjunto de arquetipos y referencias de índole religiosa o pseudorreligiosa. Por ello, el auténtico diálogo intercultural no se fragua en la superficie o en los elementos folclóricos, sino en un terreno invisible, en el espacio de las mentalidades y de los valores. Sólo es posible el diálogo interreligioso a partir del conocimiento de los distintos saberes religiosos.

Desde esta perspectiva, creemos que el saber religioso está destinado desempeñar un papel importante en la vida cultural contemporánea, y esto no es así únicamente por el hecho de que una comprensión de las religiones exóticas y arcaicas ayude de manera significativa a un diálogo cultural con los representantes de dichas religiones, sino que, también, al intentar entender las situaciones existenciales expresadas por los documentos que estudia, el saber religioso permite un conocimiento más profundo dcl ser humano. Es la base de este conocimiento como puede desarrollarse un nuevo humanismo ecuménico a escala mundial, al estilo de A. Schaff. Es fundamental conocer a fondo los fundamentos de la tradición occidental, pero también explorar colectivamente los puntos de encuentro entre las distintas religiones.

El argumento sociológico


Existe una íntima relación entre los hábitos sociales, la psicología de masas y la presencia de la religión. Primero, A.Comte y, después, M. Weber han puesto de manifiesto la íntima relación que existe entre el universo de lo sagrado y el cuerpo social. De hecho, sólo es posible comprender los hábitos, los ritos y las formas colectivas de vida desde la referencia explícita o implícita a un universo de valores y de referentes que tienen mucho que ver con la religión y con lo invisible del ser humano.

Resulta muy difícil tratar de determinar las características, y los rasgos más sobresalientes de nuestro entorno social. Por de pronto, lo que resulta evidente es que la sociedad occidental ya no puede definirse como un todo monolítico, sino que es1á constituida por un conjunto plural de comunidades morales extrañas entre sí. En el universo-puzzle, lo religioso sigue presente, pero de un modo invisible, como P. Berger puso de relieve hace algunos años.

El saber religioso constituye un referente clave paya comprender el entorno social más próximo, pero también el ambiente social más lejano geográficamente y, por otro lado, permite al educando una mayor adaptación a la sociedad y a sus ritos y mitos ancestrales. El desconocimiento masivo de este universo simbólico repercute negativamente en las costumbres y hábitos sociales que, desarraigados de su fondo simbólico, pierden su significado último y se convierten en puros eventos gastronómicos y sociales. Sólo es posible recuperar plenamente el sentido de las fiestas del calendario a partir del conocimiento del saber religioso y de sus distintas articulaciones históricas
.
El argumento lingüístico


En el marco de este conjunto de definiciones precarias y lo que aquí nos interesados: el hombre es un ser polifacétito y políglota. Es decir, es capaz de múltiples actividades y de los distintos lenguajes. El saber religioso se expresa en un lenguaje concreto. Es preciso conocer las reglas de dichos juegos lingüísticos para comprender este saber y para comprender lo que dice el ser humano en muchas
situaciones.

El lenguaje no es algo adventicio en el ser humano, sino que está arraigado en su matriz ontológica. El ser humano habla se expresa, utiliza el lenguaje pero no de un modo unívoco, sino de un modo plural. Es el animal políglota, porque es capaz de articular distintas formas de lenguaje y de expresar con cada una de ellas distintas parcelas de la realidad y niveles de vivencia y de conciencia. El poliglotismo es una posibilidad existencial del ser humano, aunque, como tal, requiere una educación,
un cultivo determinado.

El ser humano puede hablar distintos lenguajes, pero esta potencialidad sólo adquiere actualidad, cuando, mediante la educación se perfecciona el ser humano para desarrollar esta habilidad tan propia de la personal.

El ser, como dijo también Aristóteles en la Metafísica, se dice de muchas maneras (ens dicitur multipliciter). Está la montaña, está la planta, está el libro, está la persona... Todos estos entes participan en distinto grado (analogía) del ser. También el lenguaje humano es analógico, y, cuando lo utilizamos adecuadamente, podemos expresar de distintas formas la complejidad de lo real. El poliglotismo humano se expresa en múltiples formas de lenguaje. Una de las tareas centrales de la acción educativa es desarrollar todas las posibilidades lingüísticas del ser humano. Limitar la capacidad lingüística del ser humano a un determinado registro constituye una mutilación de sus posibilidades y también de sus experiencias, pues, como dice L. Wittgenstein, los límites del lenguajes son los límites del propio mundo.

En este sentido, es fundamental desarrollar el saber religioso y acompañar al educando a comprender el sentido y la riqueza del lenguaje simbólico, mitológico y litúrgico, especialmente, en nuestro contexto cultural, donde el índice de analfabetismo simbólico va in crescendo.

El argumento pedagógico


En el marco de la reflexión pedagógica, es fundamental la distinción entre instrucción y educación. La instrucción se refiere, por lo general, a 1a transmisión de conocimientos teóricos o técnicos, mientras que, la educación, a la formación integral del educando, lo que requiere no sólo transmisión de saberse, sino también de actitudes, de valores, de experiencias. La educación se relaciona con la
experiencia ética, estética y religiosa, mientras que la instrucción es un proceso puramente técnico, donde el relieve sé focaliza en el mensaje, pero no en el educando.

Educar es un proceso complejo que depende de múltiples factores, pero, sobre todo, requiere la cara a cara, el contacto interpersonal, el encuentro fecundo entre dos seres humanos que se disponen a comprenderse y ayudarse mutuamente. La educación es, por lo tanto, un proceso bidireccional,donde educador y educando intercambian constantemente los papeles. 

Si la educación tiene como finalidad el desarrollo integral del ser humano, esto es, el despliegue de todas sus facultades potenciales, entonces, la dimensión religiosa del ser humano, más allá de sus concreciones históricas, debe ser contemplada por el proceso educativo y no puede reducirse a una cuestión marginal o periférica. Si el ser humano es constitutivamente, animal religiosus, entonces, es fundamental cultivar dicha dimensión, y ello exige el conocimiento del saber religioso, los instrumentos y los elementos que caracterizan a la experiencia religiosa y a sus distintas tradiciones culturales, históricas y lingüísticas.

El argumento metafísico


Durante la Edad Moderna, dos filósofos han insistido en el carácter eminentemente metafísico del ser humano. Primero, I. Kant y, después, A. Schopenhauer. Para ambos, el ser humano es un animal metaphysicum, y esto significa que trasciende con su preguntar el orden de lo material, de lo físico, de lo visible y que se interroga por el sentido de la existencia, por el sentido de la muerte y del sufrimiento. Aunque la metafísica, como tal, difícilmente puede considerarse ciencia estricta, el deseo de conocer la sabiduría, el deseo de comprender integralmente el sentido de la existencia, resulta ser una tendencia ineludible del espíritu humano.

El saber religioso no debe confundirse con el saber metafísico, pero existe una íntima relación entre ambos, cuando se refieren, por definición, al sentido último de la realidad, de la historia y del hombre, pero desde perspectivas y enfoques distintos. La tarea de educar no puede marginar esta dimensión metafísica del ser humano, sino que debe intepretarla y se deben elaborar caminos para plantear la pregunta metafísica en el seno de la comunidad educativa. Si educar es formar seres humanos de un modo integral, entonces la configuración de una imago mundi es una tarea ineludible de la acción educativa, y dicha configuración exige el dominio del saber religioso y del saber metafísico.

El ser humano, a lo largo de su existencia particular, atraviesa experiencias de sufrimiento, dolor y desamparo, y, de este modo, se percata directamente de su carácter contingente y vulnerable. Si la educación, según la definición del antropólogo L. Duch, es una praxis de dominación de la contingencia, significa que es fundamental equipar al educando para dar respuesta a interrogantes que le preocupan y que no puede evitar ni minimizar.

La pregunta por el sentido de la muerte, por el sufrimiento y el destino universal exigen el cultivo del saber metafísico y del saber religioso. En este sentido, el conocimiento de los mitos y símbolos de la tradición religiosa puede resultar enormemente educativo para el educando. Ayudarle a pensar dichas cuestiones no es tarea fácil, pero es ineludible.

Conclusiones


A lo largo de toda la exposición y de los argumento que se han argüido, parece claro que el saber religioso, en sentido genérico, debe estar presente en el proceso formativo de toda persona, indistintamente de su confesionalidad presente o futura.

El conocimiento del universo religioso y de sus múltiples dimensiones constituye una tarea fundamental en el proceso educativo de todo ser humano. En el mundo occidental, el conocimiento de ros fundamentos y expresiones básicas de la religión judeocristiana resulta ineludible para interpretar fenómenos históricos, culturales y sociales, no sólo de un tiempo pretérito, sino, inclusive, de nuestro presente inmediato.

 Por ello, en el gran magma de las religiones del mundo, resultapertinente que el educando occidental comprenda las claves de lectura de la tradición judeocristiana, lo que no excluye de ningún modo el conocimiento de otros mundos y referentes simbólicos.

divendres, 5 de febrer del 2016

L'ensenyament de la Religió

www.aragirona.cat
PAPA FRANCESC. Evangeli Gaudium,33 
 (...) Convido tothom a ser audaços i creatius en aquesta tasca de repensar els objectius, les estructures, l'estil, i els mètodes evangelitzadors de les pròpies comunitats. La concreció de les finalitats sense una adequada recerca dels mitjans per assolir-les, està condemnada a convertir-se en mera fantasia (...)

PAPA FRANCESC. Educar per al diàleg intercultural a les escoles
(...) Educar no és una professió sinó una actitud, una manera de ser ; per educar cal sortir d'un mateix i estar enmig dels joves, acompanyar-los en les etapes del seu creixement posant-se al seu costat. Doneu-los esperança, optimisme per al seu camí pel món. Ensenyeu-los a veure la bellesa i la bondat de la creació i de l'home, que conserva sempre l'empremta del Creador (...)

Faig del tot meus aquests dos textos del papa Francesc, convençuda de que l'ensenyament de la religió és quelcom molt valuós, de que avui en dia és tot un repte poder mostrar-ho com a tal, però sobretot il·lusionada en aquesta nova tasca que se'm presenta i que  te a veure amb el més genuí de la persona. Com que brollen de la mateixa font,crec sincerament que religió i educació tenen moltíssims punts en comú.

Com també diu el papa Francesc,  no voldria que em mogués el temor d'equivocar-me, sinó el temor de tancar-me en estructures,plans,formats,currículums i paperassa, perquè la dimensió religiosa és inherent al fet cultural, contribueix a la formació global de la persona i permet transformar el coneixement en saviesa de vida.


En qualsevol treball que feu, poseu-hi tota l'ànima, feu-ho pel Senyor. (Col 3,23)


Una mirada diferent

Vaig trobar aquestes imatges fa uns dies circulant per la xarxa. Es tracta de sorra de  platja vista amb microscopi. És a dir: es tracta d'una realitat que coneixem però vista amb uns ulls més grans, es tracta d'una cosa que creiem uniforme quan no ho és, d'una vista que pensem certa, quan no és capaç de mirar endins, d'una menudesa quotidiana que alberga un secret molt gran. Fer-ne lectures útils per a tot el que ens envolta dependrà de cadascú, però estaria bé fer-ho.

Necessàriament en solitari

Tota decisió te conseqüències comunitàries, per petita que sigui. No hi ha res que fem o no fem que no repercuteixi en bé o mal d’algú altre.

La nostra vida és plena d’actes,  alguns de molt rellevants, altres de menys i potser molts que els anomenaríem directament insignificants i irrellevants, però la veritat és que tot aquest seguit d’actes ha configurat la nostra vida passada i la ha catapultada al futur. 

Res és absurd. Ho pot semblar si ho mirem a distància curta, però fotografies com aquesta ens encoratgen a dotar de sentit cada passa,   cada petjada, cada moviment i cada segon d’ascensió, malgrat la dificultat i l'absurditat del moment.

Les coses més valuoses de la vida , no per difícils o aparentment estèrils deixen de ser belles, però, la veritat és que malgrat la nostra condició necessàriament social, sempre les portem a terme en solitari. Necessàriament en solitari també.


Maneres de pensar

Fa uns dies li vaig sentir dir a un professor, que " pensar" ve de pensum, que vol dir "pes". Així doncs, pensar les coses, vindria a ser "sospesar les coses", anar al fons de les coses, anar al seu "propi pes"...

Deia també que la realitat ens ve donada, però que la podem pensar de moltes maneres : des de la literatura, des de l'art, des de la matemàtica, des de la ciència,des de la història, la política, l'economia, des de l'astronomia,  la filosofia, des de la teologia etc. I em va agradar molt la teoria de Zubiri, segons la qual, tan bon teorema pot ser una teoria científica, com una bona novel·la... curiós no? normalment no tenim aquesta apreciació i la veritat és que fa pensar.

Va dir que hi ha algunes diferències en les maneres de pensar: mentre que la ciència te respostes molt precises a qüestions penúltimes, la filosofia i la teologia tenen respostes molt imprecises a qüestions últimes.

I continuava dient que podem pensar en "la fulla d'un arbre" , per exemple, a través d'un anàlisi biològic, de la botànica, a través de la fotografia, de la matemàtica etc, però que probablement sigui  la mirada poètica la que s'apropi  una mica més ( tot sempre serà impossible), a la seva essència, al "seu pes". 

I jo , " tot pensant", arribo a la conclusió que si hi ha moltes maneres d'acostar-se a la realitat, doncs que em quedo amb la poètica. I quan dic "poètica", em refereixo a qualsevol disciplina artística ( literatura, música, pintura etc) Davant del mar mediàtic en el que vivim immers, hi ha una altra manera de pensar que sovint oblidem, i que toca tant el moll de l'os, com qualsevol altra cosa: La poesia ens ajuda a viure, a pensar les coses des d'un vessant insòlit, a esbrinar les raons ocultes i les percepcions secretes, ens ajuda a situar-nos, a pendre partit pel dia a dia, a sortir al front dels problemes amb la ment renovada, a aprendre a esperar el que ningú espera... però sobretot a obrir els ulls a la realitat més abscòndita de totes, que no diré quina és, perquè això és el que te la poesia, que està sempre oberta a tota interpretació i que qualsevol pot fer seva, aquí, allà i arreu del món. 

No enganyem als nostres joves

www.ucavila.es
La mateixa etimologia de la paraula “intel•ligència” ens dóna la clau de comprensió: “ llegir dins” “llegir en profunditat”. I com que en realitat, llegim, mirem, pensem i diem molt poques coses amb profunditat, constatem cada vegada més, el fracàs de l’escolaritat entre els nostres joves.

Quina cosa desitgem de veritat quan estudiem? què és el que ens mou a estudiar? un bon treball? un títol? diners? prestigi?... si estudiar està relacionat únicament amb l’eficàcia, és que hem perdut el nord.

Qualsevol cosa que estudiem, sigui el que sigui, serveix per a nosaltres mateixos primer, i per als altres en segon lloc, en tercer lloc hi queda la seva eficàcia.

Memoritzar , sintetitzar, argumentar, tenir una tablet, estar atent a un professor , a un llibre, a uns apunts, a un power point, a un curs... no és inútil: estimula la nostra capacitat de treball i d’atenció , reforça la reflexió, ens ajuda a encaixar el sofriment, ens educa en l’esforç i la disciplina, ens domestica en la paciència i en la sobrietat...i podria afegir desenes d’etcèteres, però probablement no acabaria mai.

Tan sols qui és capaç d’estudiar intel.ligentment ( en profunditat ), pot estar disposat a esperar dels altres i a rebre per als altres, els béns més grans.

Sovint ens confonem pensant que “la realització personal” passa pel nostre bagatge acadèmic i professional. Pot ser que les dues coses caminin juntes o que emprenguin camins diferents... en tot cas, sigui el que sigui el que ens disposi la vida, una cosa és certa: estudiar amb intel.ligència ens fa persones madures, no solament pels coneixements adquirits, sinó per la preparació a la vida espiritual.

I vet aquí el moll de l’os!  defenso que la vida espiritual és la de cada dia : dormir, menjar, riure, donar classes magistrals, ser torner o advocat, pelar patates, llegir, entrar, sortir, educar, renyar, pintar parets o pintar quadres, escombrar, fer la compra, pregar, cantar, caminar, rentar-se les dents, ser metge, arquitecte, banquer, mainadera, llevadora, assistenta de la llar... o el que sigui, però amb l’alegria que proporciona saber-se estimat de qui és la font del nostre desig i de la nostra intel.ligència.

Aquesta és la veritable profunditat de la nostra vida. Se’ns ha donat intel.ligència per a descobrir-ho. Quan la fem servir per a les altres coses, és a manera d’ assaig i d’ aprenentatge. Si us plau, no enganyem als nostres joves


Misericordiosos amb els altres

Redacció del Josep Borràs per al concurs bíblic :
He escollit aquest tema perquè trobo que és interessant i perquè s’hi pot aprofundir molt. També vull transmetre aquest tema perquè misericordiosos amb els altres ho hem de ser tots ,fins i tot amb els pecadors (Lluc7,36-50) i amb els nostres enemics ( Mateu 5,43-46). En el món hi ha molts necessitats, més dels que ens pensem i en un moment o altre, tots nosaltres podem necessitar l’ajuda d’algú,  encara que no ens ho pensem.

Ser misericordiosos amb els altres no vol dir només donar diners. Ser misericordiosos amb els altres és ajudar, tant sigui econòmicament com no, perquè de vegades els diners ens fan perdre el cap i fins i tot podríem arribar a fer coses perjudicials a causa de l’encegament ( Mateu 6,24). Es podria donar el cas que algú volgués matar una persona per encàrrec a canvi de diners, encara que ella directament no ho volgués fer. Encara que és un exemple molt exagerat, crec que abans de fer una cosa hem de reflexionar i pensar en els altres.

Però primer hem de saber i definir què vol dir “ obra de misericòrdia”. La misericòrdia és una realitat de bondat que ens porta a ajudar els que més ho necessiten, espiritual o físicament, i ben poc té a veure amb els diners.

Hi ha dos tipus d’obres de misericòrdia, les espirituals i les corporals. Algunes de les obres de misericòrdia espirituals són : ensenyar el qui no sap, donar bon consell a qui ho necessita, corregir el que s’equivoca, perdonar les injúries, consolar els afligits, tolerar els defectes del proïsme i orar pels vius i pels difunts.

I algunes de les obres de misericòrdia corporals són: donar menjar al famolenc, donar de beure l’assedegat, vestir els despullats, visitar els malalts, donar allotjament als pelegrins i sepultar els morts.

En la nostra vida diària trobem molts moments en els quals podem mostrar la nostra misericòrdia i la nostra comprensió, sense esperar res a canvi, com en les accions que hem anomenat anteriorment ( obres espirituals i obres corporals). Per exemple, l’any passat en el meu poble va nevar força i un veí d’edat avançada que viu sol, s’havia fet mal a l’esquena i necessitava ajuda. La meva mare i jo li vam portar una olla amb escudella encara calenta i va estar molt agraït. Allò va ser una obra de misericòrdia, però nosaltres també rebem moltes vegades obres de misericòrdia i això s’agraeix. Sempre que estic malalt, la família i alguns amics venen a veure si estic bé o si necessito alguna cosa, i els companys d’escola em porten els deures que s’han de fer a casa. Anar a veure els malalts és molt important i és una obra de misericòrdia com una catedral. Si tots intentem actuar així i sentim compassió i felicitat ajudant els altres, el món seria millor.

Fins i tot en el llibre dels Fets dels Apòstols es parla de compartir els béns ( cases o terres) que es posseeixen per ajudar en les necessitats dels qui no en tenen. Per tant quasi ningú vivia en la indigència ( Fets 4,34-35)
Tot el que hem expressat sobre la misericòrdia es reflecteix en el que Jesús respon quan els fariseus li pregunten quin és el manament més gran de la Llei (Mateu 22,37-40) : (...) estima el Senyor el teu Déu, amb tot el cor, amb tota l’ànima i amb tot el pensament. Aquest manament és el més gran i el primer. El segon li és semblant : estima els altres com a tu mateix. Tots els manaments de la Llei i dels Profetes es fonamenten en aquests dos.
Una de  les lectures que més m’ha impactat és quan el Senyor digué: Fa més feliç donar que rebre (Fets 20,35). Aquesta frase és certa del tot, perquè quan fas alguna cosa per als altres et sents molt bé, trobem la felicitat sincera i ens omple de goig. Jo encara sóc jove, però  intentaré fer feliç els que tinc més a prop, els necessitats, i encara que em costi, també a la gent que no conec, tant si en sóc amic com si no.


Per finalitzar aquest tema vull dir que cal que tots creixem una mica com a persones i siguem més misericordiosos per a veure si millora la societat, tenint en compte que el nostre Déu, que és bo, fidel i pacient, governa l’univers amb misericòrdia (Saviesa 15,1)

Solidaris amb els més necessitats

Redacció de l'Eric Armengol per al concurs bíblic :
He escollit aquest tema perquè crec que ser solidari és una cosa que tothom hauria de ser. És a dir, fer coses com rebre els més necessitats a casa i donar coses que no ens fan falta a aquells que sí ( cosa que es feia a l’antiguitat . Fets 4,32.34-35) i que s’ha anat perdent amb el temps.

Però crec que ser solidari de veritat es refereix més a donar el que tens a aquells que també necessiten, encara que tu també ho necessitis (1Re 17,8-24). Com he dit anteriorment, això s’ha anat perdent i la gent no acull ningú a casa seva ni dóna tant com es feia abans, i si dóna, la majoria de vegades, és per obligació o per compromís.

La raça humana ha anat perdent la solidaritat que en un principi va tenir gràcies a la Paraula de Déu. Per sort però, encara queden persones que pensen en els més necessitats o en els altres en general. I aquests solidaris de veritat d’avui en dia, és a dir, els que no guanyen res per ser-ho o que no ho esperen guanyar, són els més pobres i potser hauríem d’aprendre més d’ells, aprendre a acollir i a donar (Rom 12,13). Ells sempre acolliran algú necessitat ja que saben com se sent un mateix en aquesta situació. Encara que sempre hi haurà gent rica que serà solidària i gent pobre que ho serà poc o que directament no ho serà. Hi ha de tot en el món.

No us oblideu de fer el bé i de compartir allò que teniu: aquests són els sacrificis que agraden a Déu ( Hebreus13,16). Cites com aquestes són les que trobo més importants, les que recorden el camí que hem de seguir i crec fins i tot que les persones que no creuen haurien de tenir aquests missatges presents. Hauríem de fer el bé i compartir sempre que poguéssim i no pensar tant en un mateix, sinó pensar més en els que ens envolten. Així la humanitat seria com Déu vol, com Déu va voler que fos quan va crear Adam i Eva.

Està clar que tot això és fàcil de dir però no de complir, ja que la humanitat ha canviat a una societat egoista i una mosca no fa estiu, és a dir, que per molt que una persona ho faci, no significa que canviï la ideologia actual de tota la humanitat. Així cada cop ens estem allunyant més del camí que hauríem de seguir, el camí de Déu. Però crec que encara hi ha esperança i que en un futur podrem tornar a ser la societat que Déu vol que siguem, començant per ser solidaris amb els més necessitats. I no dic que comencem a regalar cases i cotxes, no cal, l’economia actual no ens ho permet. I és que a vegades amb coses petites pots ajudar molt, per exemple donant menjar. Potser per a tu una barra de pa és poca cosa, però hi ha persones que no s’ho poden permetre i que passen llargues temporades sense menjar. Una barra de pa podria fer feliç molta gent, fins i tot en casos extrems podria salvar de morir de gana (Isaïes 58,7). Està clar que seria millor donar menjar per a tot un any, però avui en dia amb prou feines es pot comprar menjar o qualsevol altra cosa per a un mateix. De tota manera, si hi pensem bé, aquest problema econòmic també és causa d’això mateix, de la manca de solidaritat en l’actualitat.

En conclusió , canviar el món no és fàcil, però tothom pot aportar una mica ajudant als altres, compartint amb els que més ho necessiten, i així encara que no aconseguim un món perfecte, haurem aconseguit un món millor. A més a més, jo crec que ser solidari pot ser una cosa que es pot encomanar, i que si tothom fes això, no hi hauria ni corrupció, ni robatoris etc. I això faria que es reduïssin els problemes del món. Per tant, tal com he dit, d’aquesta manera  aconseguiríem un món millor on viure, un món com Déu mana, mai millor dit.



Sempre a punt per perdonar

Redacció de la Maria Espín per al concurs bíblic:
He escollit aquest tema perquè crec que no hi ha res més important per a la humanitat com el perdó. La  pau es troba principalment en el perdó, tenim amics gràcies al perdó i estem bé amb la família quan sabem perdonar.  Saber perdonar es basa  en saber-se posar en el lloc dels altres, perquè  perquè sense perdó no seríem humans, no seríem persones i no estaríem bé  amb nosaltres mateixos.

Jo crec que s’ha de saber perdonar, però fins a un punt, malgrat que a Lluc 23,33-34 diu tot el contrari : quan arribaren a l’indret anomenat la calavera, hi van crucificar Jesús i també els criminals, l´un a la dreta i l’altre a l’esquerra. Jesús deia- Pare, perdona’ls que no saben el que fan.  Una cosa és perdonar, però  s’ha de tenir molta paciència i molta confiança amb nosaltres mateixos per saber perdonar quan t’estan fent mal. Jo no podria perdonar-los, sinó que estaria enfadada.

Si la gent no fes mal. No caldria perdonar, però també és veritat que els humans tenim defectes i ens equivoquem. Nosaltres, encara que no ho vulguem i no ho admetem, necessitem perdonar per poder ser perdonats, com diu a Siràcida 28,3-5 : si un es manté furiós contra un altre, com pot pretendre el perdó dels seus propis pecats ? si l’home que és un simple mortal, guarda rancúnia, de qui podrà obtenir el perdó dels seus pecats? ...Ell no te pietat i no perdona i en canvi va demanant perdó pels seus pecats. Però penso que tothom es mereix una o més d’una oportunitat.

Tot i que perdonar és molt difícil i que no ens esperem el perdó, a vegades l’obtenim, com per exemple a la cita de Lluc 15,20-24 : i se n’anà a trobar el seu pare. Encara era lluny que el seu pare el veié i es commogué, corregué a tirar-se al coll i el besà.  El fill li digué : -Pare, he pecat contra el cel i contra tu. Ja no mereixo que em diguin fill teu. Però el pare digué als seus criats i :-de pressa, porteu el vestit millor i poseu-li  també un anell al dit i unes sandàlies als peus, porteu el vedell gras i mateu-lo, mengem-lo i celebrem-ho, perquè aquest fill meu era mort i ha tornat a la vida, estava perdut i l’hem retornat. I es posaren a celebrar-ho... El fill tornava penedit pel que havia fet i no esperava el perdó del seu pare, però inesperadament el pare el perdona i celebren la seva tornada a casa.  Quan tu vols el perdó el demanes, però a vegades sense arribar a demanar-lo, ja et perdonen.

Encara que ens equivoquem i cometem molts pecats, sempre necessitem una o moltes més oportunitats com a la cita de Mateu 18,21-22 que diu: Aleshores Pere preguntà a Jesús:- Senyor, quantes vegades hauré de perdonar al meu germà les ofenses que em faci? Set vegades? Jesús li respon:- no et dic set vegades, sinó setanta vegades set. I no només setanta vegades, sinó les que faci falta.  No es tracta de dir : “ si jo et perdono dues vegades, tu me n’hauràs de perdonar dues a mi”. No, no és així! ... No hem de comptar quantes vegades hem perdonat perquè l’altre ens degui el perdó.
De tota manera recordem... tothom necessita perdonar i necessita que el perdonin.